Llevo más de un mes sin fumar y hoy me han dicho que estoy más delgada. Sí, me ha subido la autoestima, para qué nos vamos a engañar y me ha alegrado la mañana!!
Además, sé que es cierto, yo misma me lo he notado.
Ha sido una buena idea esto de hacer deporte. Esta semana vuelvo a estar de cierre pero hasta el jueves, al menos, han dado temperaturas casi primaverales, asi que volveré a recorrerme Parayas y ha intentar comer sano, para paliar esos irreprimibles ataques de ansiedad que me entran cada vez con menos frecuencia.
Creo que los tés y tilas y demás infusiones que me meto entre pecho y espalda también tienen mucho que ver en todo esto. En fin, sea como sea, necesito verme bien, necesito verme bien para ver si asi me quito esta puñetera obsesión que se me ha metido y que no soy capaz de eliminar, no sé si porque no puedo, porque no quiero o porque es imposible de eliminar.
Es esa montaña rusa de sensaciones de la que hablo ultimamente. Lo mismo está arriba, que baja, ¡quién sería el joputa que comenzó a añadir tanta química a los cigarrillos.
Lo que me rodea, la verdad, es que tampoco me alienta. He vuelto a sentir sensaciones o sentimientos que ya había desterrado hace tiempo. Buah, acabo de bajar vertiginosamente por una cuesta en esta montaña rusa de mi vida... zas zas zas, voy a enderezar el vagón para volver a subir a la cima.
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