Esta mañana me he ido a dar mi caminata con L.
La verdad es que no confiaba mucho en su palabra o, más bien, en su fuerza de voluntad pero al final ha cumplido. Y me ha molado mucho más andar. Reconozco que es mucho más entretenido caminar junto a alguien, por mucho Francino o Herrera que haya en las ondas. Hablar de lo divino y de lo humano, de banalidades varias y de serias preocupaciones, aunque de esto menos.
Lo mejor, acabar el paseo con una Alhambra y un pincho de tortilla... el paraíso debe parecerse a ese momento en la Punta de Parayas, con una birra en la mano, dejándote acariciar por el sol del mes de marzo y degustando el mejor de los manjares.
Al final, las EasyTone si van a resultar efectivas, sólo que no están diseñadas para pasear sino más bien para caminar de forma enérgica. Y, bueno, si no sirven para nada, al menos me queda el consuelo de que esos 100 euros ya los habría quemado fumando.
Esta mañana también he ido al médico y menos mal porque si no hubiera acabado casi con urticaria.
Mediodía de siesta y relax y tarde de cocinillas, ¡cada día me gusta más cocinar! Está muy bien probar cosas nuevas. Hoy, por ejemplo, he descubierto el amplio mundo del calabacín y la berenjena y sí, al menos es lo suficientemente entretenido como para que se pasen las horas muertas intentando que mi única preocupación sea que el cachito de berenjena esté en su punto. Mola!.
Voy a crear un grupo en facebook: ¡Yo también me dormí una vez en el cine!
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