Ufff, al final L. me va a dar el cante demasiado, lo estoy viendo!
Hoy ha aprovechado que me he quedado sola en la barra mientras el resto fumaba y ahí que se ha acercado a meter fichas y yo, pues mira, como que no estaba muy habladora, no me apetecía y él ahí ahí insistente, contándome 25.000 banalidades y yo sin ponerme mi careta de periodista con la que poder entablar conversación.
No estoy yo acostumbrada al cortejo, y encima es que me aburre y desespera si no me apetece y en estos momento pues bufff es un rollo.
Si al final esta mi sonrisa que todos alaban se va a convertir en una losa para mí ;D
Es halagador, claro, pero yo no estoy en un momento de mi vida proclive a esto. Ahora vuelvo a confundirme, no quiero confundirme pero hay actitudes que no quiero comprender, que no me apetece comprender porque de hecho no las entiendo.
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