18. De osos amorosos y otras miradas (2ª parte)

Aqui podéis ver a Ruth, la Cristóbal Colón del ligoteo. Esto es mi particular homenaje a ti, rufi. Nos vemos pronto.

Creo que debería otorgar el honor de escribir esto a mi gran, gran, gran y estupendísima amiga Ruth (no te quejes titi) que, sin duda alguna, es la gran maestra en esta técnica. Es la Ronaldilha de la 'mirada del oso amoroso' pero bueno como no sé cuándo podré contactar con ella, aqui va un resumen de cómo seducir a un chico con la mirada. Chicas, tomad buena nota, que los hombres son tan tontos, y que ninguno de mis lectores se de por aludido, que muy pocas veces falla el método, que está científicamente comprobado. Quizás no consigais el objetivo final pero si queréis que un tio esté pendiente de vosotras todo el tiempo, no olvideis estas claves. Si es que para algunas cosas son lo más bobos del mundo, aunque no hay que generalizar.
Todo comenzó con nuestra escapada a Galicia el verano pasado. Ni María Guerrero ni yo nos podíamos explicar cómo era posible que Ruth pudiera ligar tanto. No era humano. Algún secreto tenía que tener. Alguna fuerza sobrehumana debía de estar ejerciendo algún poder extraterrestre sobre ella que hacía que sus feromonas se desprendieran con una velocidad de vértigo irrandiándose en 50 kilómetros a la redonda y que todos los 'machos' del lugar, o por lo menos una gran mayoría, fijaran sus ojos en ella sin poder remediarlo y ante la atónita mirada de la Mari Guerre and Me que nos moríamos de la más sanas de las envidias. Después de sobornarla con todo tipo de patrañas, promesas, cantidades millonarias de euros y demás timos y estafas, y ante su continua negativa a desvelarnos su secreto, no tuvimos más remedio que tirar de nuestro último cartucho: arrastrarnos suplicándola y pidiéndola de rodillas que nos contara su más guardado secreto. Ante tal estampa, dos mujeres con casi un cuarto de siglo (una de ellas lo cumple mañana día 9, por cierto) arrodilladas, llorando y suplicando por su vida que compartiera su técnica (y tras cinco botellas de Ribeiro) conseguimos sonsacarla una breve descripción de 'la MIRADA DEL OSO AMOROSO' y que yo, como buena samaritana, me dispongo a compartir con todas vosotras.
1-. Fijar un objetivo. Aunque parezca una tontería, es algo de vital importancia. Si es en un bar, tiene que ser alguien que esté a menos de diez metros de donde tu estés. Si está más lejos acercate a él hasta guardar esa distancia de seguridad. Ni importa que sea excesivamente guapo, ni excesivamente feo, ni alto, ni bajo. Por lo menos si tu principal idea es 'quedarte' (más vulgarmente conocido como cachondearte) con el personal. Hombre, si ya quieres algo más, un rollete por ejemplo, afina bien en la diana. Por eso, tómate tu tiempo. Eso ya cada una sabe cuáles son sus posibilidades y el tipo de chico que quiere conocer.
2-. Primer contacto. Una vez que hayas encontrado el objetivo, viene la primera fase propiamente dicha. Hacer que él vea que le estas mirando. Para ello, utiliza todas tus armas. Y eso sí, no dejes de mirarle fijamente. Si es un poco corto, esta primera fase puede prolongarse durante más de media hora, no decaigáis en vuestro esfuerzo, tarde o temprano se dará cuenta. Mírale muy muy fijamente, con esa mirada que tu sólo sabes hacer. Si no sabes hacerla, practica en tu casa delante del espejo.
3-. Mirada profunda. El ya sabe que estás ahí. Mírale fijamente, no bajes tu mirada. Tienes que aguantar como sea. La práctica es fundamental. Al principio cuesta mucho. Bueno de hecho y debido a mi timidez innata yo aún estoy profundizando en esta fase. Pero es importantísimo no bajar la mirada, mantenerle la mirada y bailar de forma insinuante (esto ya sabeis todas como hacerlos, si no ya explicare cómo lo hace Ruth mas adelante). Hay que aguantar hasta que el sujeto en cuestión, mire para otro lado. Repetirlo tres veces. Más no es conveniente porque el chico, a sabiendas de que esta bajo tu punto de mira, empezará a emplear sus rudimentarias técnicas de seducción. ¡Si no quieres caer en picado y escuchar los tipicos topicos, adelantate y seducele tu antes de tener que soportar su 'tiro a pichón'. Entonces, resumiendo, tienes que conseguir que el quite la mirada antes que tu.
4-. Comienza la parte complicada. Ahora el ya sabes que estas ahí y aunque no seas su tipo de mujer, no podrá resistir la curiosidad de saberse admirado y mirado y te seguirá el juego. Ahora es tu turno. Mirale, cuando el te mire, baja la mirada. Vuelve a mirarle y hazte la avergonzada pero superimportante, no pares en ningun momento de bailar y moverte.
5-. Fijación de miradas. Si llegas hasta aquí con éxito, enhorabuena, eres una experta en la mirada del oso amoroso. Ahora cambia el tipo de mirada. TIene que ser sexi pero al mismo tiempo dulce, insinuante pero coqueta, seductora pero tímida. En definitiva que diga: 'Aqui estoy yo' pero sin parecer sobrada.
6-. Todo tuyo. Aqui le tienes ya derretido. Seguro que ya se te está acercando, intentando ser original diciéndote: ¿Estudias o trabajas? ¿Eres de por aqui? ¿Cómo te llamas guapa? o cualquiera de estas creativas frases con las que tu, sin duda, te rendirás a sus pies ya que nunca nadie antes te había derrochado tanta dosis de creatividad. También si es bailarín se acercará a ti moviéndose a tu compás para bailar contigo. Lo demás, ya no entra dentro de la técnica, ya depende de como se las arregla cada uno. Aunque eso sí, el baile es fundamental pero de eso yo no puedo ni explicaros ni la teoría pues Ruth aún se niega a hacernos poseedoras y compartir con nosotras todos sus encantos. A lo más que he llegado ha sido a coordinar mis caderas con mis pies siguiendo el ritmo del estribillo de la canción 'Chiki, chiki' de Carlos Baute.
Intentarlo, por favor, y dejar vuestros comentarios con vuestros progresos. No os decaigais, que al final acabareis consiguiendo. Esto es como el carnet de conducir, mucha práctica. La mirada del oso amoroso cambia nuestras vidas.
No es por desanimar pero este fin de semana en la verbena de la mina, se lo expliqué a Bárbara y estuvimos tanteando con su platónico (bueno o no tan platónico) particular. Y no funcionó. He estado reflexionando sobre las causas y creo haber llegado a los problemas. La mirada la practicamos al aire libre, primer error, habia cinco metros de distancia, segundo error, una orquesta con gente a su alrededor bailando, tercer error, nosotras al lado de la barra sin bailar, cuarto error, estabamos de espaldas a él, quinto e imperdonable error... Por todo esto, la 'presa' se nos escapó antes de la cuenta pero para subsanar los errores, seguiremos intentándolo el próximo fin de semana.
En próximas entregas: "Cómo seducir bailando y no parecer pato"