24. Dios existe... y la Virgen de la Peña ni os cuento

Vale, sí, lo reconozco, hay cosas que sólo pueden pasarme a mí. Después de mi cabreo inicial por la 'desaparición' de mi cámara de fotos resulta que ya la me la han 'devuelto'. A decir verdad nunca se me perdió, simplemente que en los últimos días tenía muchísimo estréss (la cámara digo) porque la estaba utilizando mucho y decidió perderse en el lugar más insospechado del mundo. Resulta que esta mañana, a las 9.15 (una buena hora para recogerse y despedir la feria 2005) iba yo muerta de sueño y sola para mi coche, hasta mi sobrina se fue antes para casa, y con los pies destrozados por los tacones. Pues bien, me agacho para conducir descalza, estaba matada, y veo un cordón que me resultaba familiar que salía de debajo del asiento del conductor. Tiro de él y me encuentro con una intacta cámara de fotos. Bueno me faltó poco para enganchar un megáfono al coche y pasearme por todo el pueblo contando mi gran hazaña pero la emoción me embargaba y preferí simplemente abrazar la cámara (era mi último recurso, más adelante relataré por qué digo esto). Vamos, en mi casa casi hacemos una fiesta a las 9.30 donde hasta a la cámara la hubiéramos dejado beber champan incluso. Pedazo de alegría cuando yo ya me estaba planteando comprarme otra de idénticas características. Dios existe y la Virgen de la Peña ni os cuento.
Hoy sigo medio dormida asi que la gracia la he dejado donde dijimos pero yo, a continuación y a pesar de todo, paso a hacer un balance de estos cinco días de feria.El viernes fue uno de los mejores días. Yo siempre digo que para mí es el mejor supongo que por ser el primero y cogerlo con muchísimas ganas. Negaré todo lo que del chico del excusado detalle a continuación, aviso. El viernes cuando le ví en la puerta de la cafetería me dio un subidón importante pero con practicar la primera fase de la mirada del oso amoroso tuve bastante toda la noche. Joder, estoy intentando hacer memoria y no recuerdo muchas más cosas de esa noche. Esto es un desastre!!! Sábado y domingo sin comentarios (¿¿consigo con esto dejaros con la intriga??) y el lunes cuando ya habia empezado a dejar mis miedos a un lado y a pesar de haber tenido que trabajar y a ver estado todo el día muy nerviosa (vuelta a los 15 años) pensando cómo actuar, llego a la Puebla y me entero que se ha marchado esa misma mañana. La verdad es que la sensación fue una mezcla casi a partes iguales de decepción y alivio (especialmente después de la odisea del sábado) pero jolin ahora que ya tenia todo planeado... Aún así fue una bastante buena noche. Y ayer o esta mañana, como preferais, ha sido guay. Por fin me cogí un puntillo (bastante pequeño pero puntillo, es que menuda feria de mis narices, sobria todos los días o sin la suficiente bebida como para 'desatarme') y estuve pasando de todo el mundo toda la noche, yendo a mi aire, hablando con unos y con otros, bailando muchísimo y... lo que más me gusta del martes de feria, salir al paseo a bailar con la orquesta que está hasta las tantas de la mañana. Ahora que lo releo no suena al plan de la vida pero yo me lo he pasado como los indios bailando con mi primo al principio y luego con la gente de la mina que iba y venía. Luego he estado practicando la mirada del oso amoroso por dos partes distintas. Primero con un chico que o yo soy muy creida o está muy pendiente de mí pero creo que es por una historia muy larga y que no es única y exclusivamente por mi pero bueno... Yo como iba a mi bola y estaba con el puntillo pues seguía practicando la técnica pero Ruth, hija mia, ¿qué se hace cuando el te mira y no te quita jamás la mirada? Es que qué quieres que te diga pero yo me moría de la vergüenza. Creo que en lo que yo recuerdo de ella falta algún paso intermedio. El otro chico creo que no era a mi a la que miraba pero bueno aparte de poder o no poder ligar tonteando de esta manera la verdad es que la mirada del oso amoroso es idónea para pasar un rato divertido y cachondearte de unos cuantos. Ruth, de nuevo, gracias. No puedo seguir, tengo unas ganas de coger la cama que no os podeis imaginar. Y dormir 12 horas seguidas sin nada ni nadie que me moleste. Respecto a Antonio, el chico del excusado, sigo pensando que, a pesar de no ser un gigoló, es una persona muy interesante aunque este año no haya tenido la oportunidad de compartir charla con él pero quién sabe nunca hay que cerrarle las puertas a nada y quizás vuelva pronto...