21. Sólo para ti, Raquel

Tenía una foto tuya sola pero es que no te hacía justicia y quién sabe que mira que ya han visitado esta página casi 500 personas, igual algún muchacho cae rendido ante ti. Por cierto, Raquel es la que esta a mi lado con el bolso delante. ¡¡¡Feliz Cumpleaños!!!

Llevo varios días pensando qué escribir sobre ti e intentando recordar vivencias, experiencias y, en definitiva, recuerdos a tu lado. Pero es que, de pronto, se me venían tantísimas cosas a la cabeza que ni todo Internet sería suficiente para revivir todo lo compartido contigo. Hoy, dos días después que yo, cumples tu primer cuarto de siglo, tus 25 años, lo que para muchos significan la plata pero que para nosotros y, especialmente para ti, tiene que convertirse en oro o, incluso, en platino. No puedes negar que eres muy afortunada y que ahora mismo, a día de hoy, no puedes quejarte de tu situación. Aprovecha el momento. Cuatro años de casi continua convivencia dan para mucho asi que después de pensar y pensar (y mira que lo hago muy poco) he decidido simplemente escribir a tontas y a locas e ir poniendo lo que se me vaya viniendo a la cabeza. Seguro que se me quedan muchas cosas en el tintero pero mi homenaje no es una alabanza a ti, propiamente dicha, sino un réquiem a la amistad, a nuestra amistad. No recuerdo si el primer momento que me viene a la cabeza corresponde con el de la primera vez que te ví pero seguro que si fue del principio. Estabas sentada sobre una banca de la clase de Reina Mercedes hablando con dos chicas, que ahora no recuerdo, contando tu historia de por qué no habías entrado en Periodismo hasta casi dos meses después de haber comenzado el curso. Después nuestros paseos por el parque de Reina Mercedes, yo con destino a la Alfalfa y tu a plaza de Armas, mira qué andábamos. Pero esas largas caminatas nos sirvieron para conocernos mejor. Me acuerdo que al principio pensaba "esta chica es un loro, no calla ni a tiros". Fíjate yo tan callada y tu sin parar de hablar ni un momento... ¡la pareja perfecta!! cómo tu decías. A pesar de ser las dos unas leonas aunque yo en el zodiaco no creo mucho, somos tan distintas... Poco a poco me fui acostumbrando a tus perolatas y ahora incluso hay veces que las añoro. ¿Y de nuestra primera juerga juntas? Cada una de un sitio distinto pero a pesar de todo conseguimos adaptarnos a los gustos de las cuatro, con riñas incluidas, pero adaptandonos y cediendo (algunas mas que otras). De eso podríamos escribir un libro pero prefiero darle más bola a otras cosas que últimamente parezco una borrachina que esta todo el día de juerga. No sé me puede olvidar aquella crisis monumental que tuve con Huc Gironella ¿recuerdas? y la borrachera tan tonta que nos pillamos aquella tarde de viernes a cuenta de lo que nos hacían sufrir los hombres. Recuerdo especialmente las tardes de los viernes en la parada de plaza de Armas (tu a Olivares y yo a Huelva) en la que estabas pendiente por si Miguel iba esa semana para Almendralejo aunque bueno lo sabías de antemano porque lo primero que hacías al llegar a la clase era ver si traía su maleta. Y tu historia con el tio del nombre compuesto del que ahora no me acuerdo. Mis vaciladas con Jesús, el valdepeñero. ¿Ves? Al final tenía razón... quería tema contigo jeje. No cabe duda de que todo no ha sido perfecto y que en esos cuatro años hemos tenido nuestros más y nuestros menos, más menos que más en muchas ocasiones pero ahora con la perspectiva que otorga el tiempo (ya han pasado tres años desde que terminamos) prefiero quedarme con los más y recordar esa amistad que fuimos labrando poco a poco y de la que podremos sacar nuestra cosecha cada temporada y estoy segura que por muchos años. Tu has sido una de las pocas personas con las que siempre me he podido sincerar casi totalmente y he podido decirte a la cara y a las claras todo lo que pensaba, sin pensar que a lo mejor con mis comentarios también podía hacerte daño. Tu has estado ahí cuando lo necesitaba, como en esa famosa noche en el último año que ya no quiero recordar. Dices que las cosas hay que hacerlas, no decirlas y tu eres una maestra en ello. Por eso yo guardo con muchísimo cariño el libro que me regalaste (mi libro preferido). Desde que era muy pequeña nadie me había regalado un libro. También tengo la muñeca de punto de cruz que me hiciste enmarcada pero sobre todo guardo con especial énfasis los recuerdos, recuerdos de cuatro años que en realidad se siguen prolongando en el tiempo. No sabes lo que significó para mí que me vinieras a visitar estas navidades a Huelva y después de mi accidente de tráfico. GRACIAS y mil veces gracias. Recuerdos que seguiremos almacenando porque a pesar de la distancia la piña que formamos (ya no sólo tu y yo sino también las demás) es muy difícil que se rompa. Te deseo todo lo mejor. Te prometí que antes de las Navidades de 2006 (bueno quizas esto sea cosa mia pero si le pongo un plazo mejor) voy a hacerte una visita a Ciudad Real a que me enseñes la marcha manchega. Ya te dije el otro día que ni El Cid, no Cayetano ni El Juli... las grandes triunfadoras de la temporada somos nosotras asi que a creérselo y a tirar 'palante'. Mil besos y que tengas un muy ¡Feliz cumpleaños, Raquel!